Me pareció muy caro para lo que era. Quería algo con cocina y aunque tenía, el espacio después era muy incómodo para poder disfrutar de la cena. Es que el baño era muy grande y comía mucho espacio a la habitación, que al final se hacía pequeña.
Además, aunque el personal era muy amable, era poco resolutivo y descoordinado.
En verano seguramente estará bien esta opción, porque se podría aprovechar una terraza estupenda para poder cenar o comer, pero ahora con el frío no es posible.
Por otra parte, el desayuno me pareció muy caro para lo que ofrecían, yo no lo tomaría.