Vinimos al hotel durante el mes de agosto. Al llegar a la habitación vemos que no tienen aire acondicionado ni ventilador. Al preguntar en recepción, nos indican que el hotel es muy antiguo y tienen muchas habitaciones aún sin aire acondicionado. En cuanto a los ventiladores, comentan que debería haber uno pero, de no ser así, es porque estará en otra habitación. No se les había ocurrido tener ventiladores para estas situaciones. El recepcionista, un señor mayor con experiencia, fue bastante brusco y parecía querer terminar pronto la conversación antes que buscar una solución. Ni que decir tiene, pasamos la noche sudando y casi sin dormir. Claramente, esperábamos mejor trato en un hotel 4* en el lago Constanza.