El barrio era muy céntrico, pero había muchos edificios en ruinas, dando sensación de inseguridad. Por la noche la zona está llena de bares y restaurantes con ambiente muy moderno, cosa que resulta muy chocante. Respecto al hotel, el desayuno muy bueno, pero la moqueta de las habitaciones me sigue resultando extraña. En España no sería un 4 estrellas, pero si tiene un buen precio es probable que repitiera.