Sin duda el hotel es muy bonito, tiene un estilo montañezco que en lo personal me encantó, es un hotel muy grande que está un poco enredoso encontrar tu habitación al inicio pero fuera de eso, me pareció súper cómodo. El personal en recepción y en el restaurante para la cena fueron siempre muy amables y sonrientes lo cual te hace sentir más cómodo. Nuestra habitación quedaba en un 3er piso y bajando inmediatamente había una tienda de bebidas y alimentos súper conveniente, uno agarraba lo que quería y uno mismo lo pagaba en una máquina a la salida, estaba abierta las 24 horas lo cual la hizo especialmente útil. Lo único malo y por lo cual le puse 4 y no 5 estrellas? la presión del agua y la regadera en sí, no son lo mejor.
Sin duda volvería a hospedarme si regreso algún día