Un recepcionista sin experiencia, poco amable que termina dando por error una habitación chiquita para dos personas cuando tres registran. Después manda una camarera con una cuna para bebé cuando no hay bebé. Bueno, se dio cuanto, tuvimos que mudar todo para la habitación reservada. Hotel moderno, buen desayuno, aparcamiento relativamente fácil de conseguir afuera para evitar de pagar garaje (10€ por día), centro de Frankfurt a 20 minutos caminando