Todo excelente excepto la recepcionista, súper prepotente y se puso a alegar terrible por pedirle una toalla cuando estaba comiendo, terminé saliéndome del lugar y ella seguía discutiendo diciéndonos que a nosotros que nos importaba si ella estaba enojada, después de ahí tuve comunicación con el dueño y muy bien todo, atento, el lugar es lindo, tiene detalles de uso pero muy lindo todo, regresaría sin dudar pero si tienen que ver que tipo de gente ponen al servicio del huésped, o bien ponerlo en las normas del departamento de no pedir nada en recepción en determinado horario para que la señorita no se ponga de esa manera