El hotel esta alejado de poblaciones, pero al lado de una de las mejores playas de la isla. Esto es bueno para relajarse, pero si se quiere marcha nocturna hay que coger coche. Esta cerca de Villa Franca y se puede ir a pie a Agua d'Alto (que no tiene mucha cosa aparte de 2 baretos locales). Desayunos bastante bien, no comimos ni cenamos (pero la cena buffet eran 25 euros por persona). La playa cuenta con un restaurante tipo chiringuito con suficiente variedad y precios muy asequibles y en la habitacion teniamos una nevera que nos resolvio algunas cenas ligeras. La situacion viene bien para moverse por la isla, imprescindible el coche. Muy tranquilo y con una piscina exterior muy agradable. Tiene wifi gratuito en zonas comunes y otro de pago con mayor velocidad. La decoracion es algo anticuada, con moqueta en el suelo (algo manchada) y la habitacion es un poco oscura (pocos puntos de luz y bombillas de poca potencia), que se suple por la amplitud del espacio, con un vestidor separado donde se encuentra la nevera (asi no se oye por las noches) y un baño enorme, bien surtido de jabon en lavamanos, bañera y ducha. Tambien teniamos un balcon con una mesita y 2 sillas. No llegamos a ver ni usar el gimnasio ni la sauna. Te dejan las toallas para la piscina y la playa (o al menos no dicen que no te las lleves).