Llegamos a la recepción del hotel, donde la recepcionista nos informó que Hoteles.com nos había ofrecido una habitación que no existía en el hotel: una con vista al arco y dos camas. Finalmente, tuvimos que conformarnos con una habitación sin vista a los arcos, pero sí con vista al mar. Afortunadamente, la recepcionista nos ayudó a reservar una mejor habitación para el día siguiente. Lamentablemente, la recepcionista no nos pidió firmar el documento de llegada, no nos explicó cómo acceder al Wi-Fi y tampoco nos entregó las pulseras. Al llegar más tarde, directamente al área de RIU Party, no pudimos ingresar porque no teníamos los brazaletes del hotel. Nadie creía que no nos los hubieran entregado en recepción, por lo que nos hicieron esperar mientras alguien de seguridad confirmaba que efectivamente no nos habían dado las pulseras.
La fiesta en RIU Party varió dependiendo del DJ. El primer día, viernes, fue bastante divertida y con buen ambiente, pero el segundo día la música no fue de nuestra agrado y el ambiente no era tan agradable. En el área de “La Monumental”, repitieron la misma música con video tanto el viernes como el sábado. La música en Pacha no nos pareció buena.
Por otro lado, el área de Infinity Pool y las actividades nos parecieron bastante bien. Los restaurantes ofrecieron un servicio increíble, con alimentos de buena calidad y un excelente trato. Lo malo, algunos hombres se acercaron a nosotros de manera incómoda, tratando de hablar, lo que resulto muy molest