Bonito hotel, en ubicación privilegiada. Al llegar encontramos que los ascensores no funcionan, menos mal que era el primer piso, pero hubiéramos agradecido que se nos hubiera avisado al hacer el cheking. El colchón necesita un cambio porque los muelles se notan, y no es una cama de matrimonio, sino dos individuales unidas por las sábanas. En general el apartamento bien. Cogimos con spa, pequeño, pero acogedor, aunque hubiera estado bien que jacuzzi funcionara, lo cual informamos el primer día. Pero si algo es destacable y maravilloso de este hotel es el chocolate del desayuno, el mejor que he probado, simplemente delicioso. El resto del desayuno magnífico, y el personal muy amable.