LO POSITIVO
La habitación contiene lo básico que uno necesita: cama enorme y cómoda, espacio para guardar cosas incluyendo una caja fuerte programable, escritorio, TV con algo de programación local y escritorio. El baño tiene agua bastante caliente, jabón, champú y acondicionador (no hay secadora de cabello).
La ubicación es bastante conveniente, nos permitió desplazarnos a pie a bastantes lugares de interés. Los encargados de la Recepción son extremadamente amables y serviciales. Es mucho más lo bueno que lo demás.
LO REGULAR
El hotel tiene un pequeño gimnasio con lo básico que uno necesita para mantenerse activo durante su visita, si es adicto al condicionamiento físico. Me hubiera gustado saberlo antes.
LO NO TAN BUENO
A diferencia de otros hoteles cercanos, no hay calefacción o aire acondicionado. Nosotros fuimos a CDMX en uno de los inviernos más crudos de los últimos años y, si hubiera sabido cómo estaría el clima, creo que hubiera estado dispuesto a pagar un poco más por una habitación con calefacción.
Luego, todo se escucha. Si una pareja está discutiendo o reconciliándose en las habitaciones vecinas, uno se entera de todo y puede hacer los comentarios editoriales del caso... pero, de esa misma manera, ellos también lo pueden escuchar a uno.