Los empleados son muy amables y atentos, el desayuno buffet es correcto, hay un poco de todo, sobretodo "harinas" (panes,tostas, bizcochos...) Lo mejor la ubicación, una playa de aguas cristalinas a 10 metros del hotel. Zona tranquila y segura a 15 minutillos andando del centro, no tiene pérdida. La habitación cómoda aunque el baño deja mucho q desear, son platos de ducha pegadas al wc sin separación, pero al final te acabas acostumbrando.