El dueño, Alberto, es un genio, súper agradable y atento y sabe dar buenos consejos sobre la ciudad y como moverse por allí aunque la verdad es que apenas hace falta porque la situación es inmejorable, por ejemplo, la estación principal de trenes está a 10 minutos andando, el coliseo igual, a 5 minutos andando tienes un supermercado, estás rodeado de restaurantes en los que se come muy bien y no es nada caro comparado con el centro o en los locales a pie de monumentos, también a 5 minutos la parada del metro, yo incluso volví andando del vaticano y por el camino aproveché para ver los puentes que cruzan el Tíber, la fontada di Trevi, vamos, que Roma se puede hacer perfectamente andando y si es desde un B&B que está cerca de todo pues mucho mejor. En resumen, muy buena experiencia, 100% recomendable. Ahhh, que se me olvidaba, los desayunos, abundante y variedad, si acaso podría echar de menos alguna fruta, pero nada mal, tienes tostadas, croisanes, galletas, café o cola cao, nutella, mermelada y mantequilla y yogur, en fin para salir del B&B bien desayunado y aguantar hasta bien pasada la mañana.