Nos alojamos aquí porque yo, viajando sola, había tenido una experiencia inmejorable previamente. Debido a un problema con la habitación que habíamos reservado nos cambiaron a un apartamento (supuestamente era una mejoría)
Vimos que efectivamente, allí cabrían 5 personas (varias camas y sofá cama).
Usamos sólo un cuarto de baño (había dos) y no salimos a la terracilla exterior porque llovía. No había ventanas que diesen a la calle porque el apartamento era interior así que daban al patio del complejo de apartamentos.
La vitrocerámica no funcionaba, la tele estaba sin mando y el calefactor/AC tampoco se encendía.
Lo hablamos con el muchacho de recepción, que fue muy amable y envió un técnico mientras estábamos fuera.
Al volver, la vitrocerámica ya funcionaba (bien!), el calefactor/AC seguía igual de roto, pero teníamos mando de la tele. Al conseguir encender la tele, sólo 3 canales se veían: Uno de futbol, otro de Sevilla y otro con películas religiosas antiguas dobladas en español latino.
Al final vimos Netflix en uno de nuestros teléfonos móviles.
La cama era muy cómoda, eso sí, descansamos bien.
Sinceramente, esta segunda vez fue un poco decepcionante la estadía en este hotel pero la verdad es que el personal de recepción fue muy amable y tampoco podemos decir que estuviésemos fatal.