Apartamento muy cómodo y bien amueblado, a dos minutos andando al tranvía que lleva al centro de Praga. La única pega es que está ubicado en una calle de mucho tránsito de coches, es una de las vías principales que atraviesa Praga. El ruido de coches es constante durante toda la noche, así como sirenas de ambulancias y policía. Si se viaja en verano, abrir las ventanas puede ser un problema, en otra época no tanto. Buena relación calidad precio, personal amable.