Llegar al lugar fue un verdadero dolor de cabeza, muy pocas personas sabían
del lugar y cuando pude al fin llegar, no había ni siquiera un letrero, parecía una entrada trasera. No había nadie que me asistiera con mi maleta y para obtener la llave de mi cuarto, tuve que tocar en otra habitación y debió ser la dueña o administradora porque tenía mi llave y a pesar de que toda comunicación para la reserva, fue en inglés, todo el tiempo me habló en italiano. Al dejarle saber que no hablaba italiano tampoco hizo nada por conseguir a alguien con quien pudiera comunicarme.
En las 4 noches que estuve hospedada nunca vi a nadie ni nadie paso a ver si necesitaba algo.
Al final, para hacer check out, solo dejé la llave encima de la cama y la puerta abierta.