Hotel muy corrrecto. Se puede ir andando al centro (15 minutos). Alrededor hay supermercados, bares, restaurantes, cafeterías, etc. y el metro justo en la puerta. Personal joven pero eficiente y educado. Mobiliario y decoración tipo "Ikea". Baño con lo justo (no espereis peine, botecitos de gel, etc. Hay un bote de jabón y otro de gel grandes fijados a la pared, secador y toallas suficientes y limpias, aunque tienen otras cosas en recepción). Es un poco molesto el ruido del extractor en el baño cada vez que enciendes la luz. Poco ruido de la calle, aunque dependiendo de quien te toque en la habitación de arriba te puede dar la noche, se oyen mucho las pisadas en la tarima. Nuestra habitación tenía una terraza muy agradable que daba al patio-jardín del hotel.