Hotel agradable y tranquilo, situado en un lugar privilegiado pero que se resiente en el servicio por la falta de profesionales a su cargo. Ni una indicación hasta llegar al hotel en lo alto de una montaña, lo que te lleva a pensar cuando llevas un buen rato conduciendo que te has equivocado. Personal de hostelería que no habla casi nada de español, haciendo difícil el entendimiento. Buffet del desayuno tremendame pobre y desatendido ( falta fiambre, falta pan de molde porque no había otro, un dia puesto directamente del paquete, sin posibilidad de tostar, otro dia sacado ya tostado como una piedra, faltan platos, faltan tazones, que hay que pedir ) en vez de estar pendiente de reponer el pobre Buffet que preparan. Lavabo atascado desde el primer día y al final sin arreglar. En fin, un hotel precioso pero mal gestionado.