Me encanto el sitio, el edificio es de estilo francés, muy bien ubicado, el personal en recepción encantadora, nos reservó restaurante y no era fácil a la hora que era ya. Lo único poco agradable y es importante, es el mantenimiento que es deficiente. La manta olia mal, los almohadones también, te los colocan sobre las almohadas perfectamente limpias y planchadas, pero si el almohadon huele por que no se lavan las fundas, acaban dando mal olor a toda la habitación y realmente son fáciles de lavar, pero hay que hacerlo.