Un lugar muy acogedor. Filippo es un encantador, te hace sentir como en casa. Tuvimos un problema, pero todo se arreglo gracias a su excepcional y amabilisima atencion en TODO momento. El desayuno es buenisimo tambien, con mermeladas y pasteles caseros, tipicos de la cocina siciliana. Todo muy limpio, las habitaciones cuentan con todas las comodidades y invitan al confort y descanso. Las terrazas muestran amplia y cuidada coleccion de casctus y suculentas. Se nota, que Filippo es detallista en TODO ! Totalmente recomendable.