El lugar es bonito y acogedor. El personal muy amable y orientado al servicio. La habitación bien, limpia, bonita, cozy. El baño enorme y limpio. Lo único a considerar es que por la noche se oye todo: la pareja que acaba de llegar pasada de copas y riéndose, la puerta de entrada que rechina, la señora regañando al hijo. Falta aislamiento acústico. Fuera de ello, el rato bien.