Creo que al hotel se le ven el paso implacable de la pandemia, ya que la mitad de sus instalaciones están cerradas, las esculturas y figuras un poco deterioradas, pero aún así son muy interesantes. Mi calificación es aceptable en terminos generales porque se percibe una administración un poco desordenada y porque tuvimos una experiencia fatal en la segunda noche donde hubo un daño eléctrico en la zona y la planta del hotel no dio abasto para todas las habitaciones, entonces nos tocó dormir sin aire acondicionado y sin agua y un calor asfixiante y para nuestra hija de 3 años fue complicado conciliar el sueño. Debido a que la habitación de nosotros se encontraba en la terraza del hotel, y allí suele concentrarse mucho mas el calor, sé que es una situación externa al hotel pero no contar con una planta suficiente para todas las habitaciones y exponer a los huespedes a estas situaciones deja mucho que desear.
En cuanto a la comida, buena, pero pocas opciones, pocas opciones de jugos y de bebidas, no cuentan con bar, ni un lugar de bebidas como malteadas cocktails y demás, el desayuno es el mismo todos los días, al menos los dos días que desayunamos allí. En conclusión, tengo un sin sabor porque siento que el hotel tiene mucho potencial pero ojalá puedan inyectarle capital para que la estancia pueda ser mucho mas placentera, de igual forma agradezco a su personal porque siempre intentaron hacerlo de la mejor manera.