No tengo palabras para expresar lo contento que estoy por este fin de semana tan maravilloso y especial que tuvimos mi esposa y yo en el hotel. Simplemente EXCELENTE!!!. No hay queja alguna.
Nos recibieron a las 11:45 am en Bocagrande, donde un yate nos llevó hacia el hotel en 30 minutos. El trayecto muy normal, sin agitarnos mucho. Arribamos a eso de las 12:30 p.m. donde nos recibieron con una bebida de bienvenida de sandia, y con nuestras sillas en la piscina con un letrero con mi nombre que decía "Reservado". Posee una playa que a pesar de no tener arena blanca el agua es cristalina e impecable. La piscina, excelente para descansar y relajarse. Junto a la piscina, la cabina del DJ colocando buena música. Las camas para tomar el sol deliciosas. La comida, aunque no abundante, exquisita y de muy buena calidad. En el hotel almorzamos a eso de las 3 p.m. y cenamos a las 8:00 p.m. La habitación estuvo lista a las 3:00 p.m., nos dieron una llamada Mangostino, muy agradable y con un ambiente muy artístico como todo el hotel. La cama con colchón firme y muy cómodo. Baño limpio, amenidades como batas de baño, toallas, sábanas, todo muy pulcro, de primera. El baño con agua caliente y la habitación con minibar, sala de estar y hamaca. Al día siguiente, el desayuno muy bueno, parece pequeño, pero no lo es. Entregamos nuestra habitación a las 11 a.m. Recorrimos parte de la isla (fuerte San Fernando) y luego piscina, almuerzo, masaje, y a las 4:00 p.m. de regreso a Bocagrande.