A pesar de estar cerrado por 8 meses el estado en general es muy bueno, si hay algún problema rápidamente se soluciona. La atención del personal es 👌, los protocolos de COVID implican que no se puedan realizar ciertas actividades, como usar el desayunador, o los sillones del hall. El desayuno es take-away y no les permiten el uso de las mesas para home-office. La seguridad es perfecta, no se puede entrar si no lo habilitan desde adentro. El frigobar de la habitación es práctico y muy útil. Debía trabajar y me conectaba al WiFi, que en general no es.muy bueno en los hoteles, en este caso funcionaba perfectamentr, lo que me permitía desayunar, mirando una serie y trabajar. Sin duda cuando regrese a MDQ, será mi hotel. Por último la ubicación, excelente. El paseo por excelencia ya no es la peatonal, sino la calle Güemes, la cual se encuentra a un par de cuadras, a otro par de cuadras está la playa, por ende se puede: llevar el desayuno a la playa, pasar el día volver, bañarte y salir a pasear a Güemes, donde hay bancos, casas de ropa y comida. Si te agarrò fiaquita, por Pedidos Ya, podes pedir comida que te lleven al hotel y comes mirando la TV, o subís por Sarmiento hasta el Shopping Aldrey otro par de cuadras.