Es un hotel que está muy bien ubicado en el mismo pueblo de La Molina y es ideal para acceder a sus pistas de esquí en un trayecto de coche que no supera los 5 mins, además de que el hotel cuenta con parking privado en Pista Llarga (P4), junto a las pistas de los más peques, lo que lo hace todavía más cómodo.
En cuanto al Hotel, la parte del comedor y el bar, es muy bonito y acogedor, es un hotel muy antiguo y de montaña y la verdad que es muy bonito, pero el servicio de habitaciones y la limpieza al menos en nuestro caso, estuvieron algo despistados. En resumidas cuentas, podría ser un 8 y se nos quedó en un 6.