Hotel muy bonito,muy calentito, cama cómoda, pequeña cocina completa, personal muy amable, sobre todo “la galleguiña” que nos hizo muy buenas recomendaciones, situado cerca de estaciones de metro y bus, para poder recorrer andando casi todo lo más turístico de Berlín (puerta Bradenburgo, catedral, isla de los museos, universidad, muro...)