Realmente una joya, un hotel boutique de 12 habitaciones, las instalaciones están muy lindas, bien mantenidas, hechas con gusto, una vista espectacular a las montañas. El servicio es de alto nivel, todas las personas muy amables, te llaman por el nombre, están siempre pendientes de lo que necesitas, si tener que pedirlo siempre te preguntan si quieres o necesitas algo. Luisa, Eduardo, Adriana, muy amables. Mauricio y Piedad (sus dueños) están siempre pendientes de tu comodidad. La zona del SPA es muy linda también y los masajes de buena validad.pot otra parte la comida está muy bien preparada, sientes que estás en un restaurante de buen nivel de Bogota, buena variedad para ser un hotel pequeño.
Pasamos un fin de semana romántico u tranquilo con mi esposa. Muy recomendado y seguro vamos a volver!