El check-in fue rápido y los empleados muy buenos en general. El cuarto no es grande, pero es moderno. Limpio todo. Una falla es que no tienen lugar para colgar las toallas. Otra falla es el jabón de barra, tiene huecos y se rompe fácilmente. El desayuno es excelente. Otra falla fue que una noche la puerta de mi cuarto no abrió con la tarjeta. Tuve que bajar cuatro veces para que arreglaran mi tarjeta o me dieran otras, pero comoquiera no funcionaba. Una empleada trató con su llave maestra y tampoco funcionó. Me dijeron que quizás era el pad que estaba malo o la batería de este. Solo pude entrar porque desperté a mi madre, que dormía en la habitación, y ella abrió la puerta. Al otro día, mis tarjetas funcionaron. La ubicación del hotel es perfecta para los lugares que visité. Llovió y pienso que deberían tener sombrillas para prestar, Nobel sistema privatizado de una compañía que las alquila usando tarjetas de crédito. Finalmente, al hacer el check out del hotel, le dije al empleado que pediría un taxi. El empleado me dijo que el taxi es caro al aeropuerto y me ofreció el servicio de transportación del hotel. Le pregunté el precio y me dijo que era $80-85. Estuve en dudas por un momento y el empleado me dijo con rudeza: Es cuestión de escoger, uno o lo otro. Le dije que pediría un taxi. El taxi me cobró $48, así que el ofrecimiento del empleado era un engaño, hubiera gastado mucho si le hubiera hecho caso.