El hotel en sí es precioso, una habitación magnífica, con detalles de muy buen gusto, pero eché en falta algunas cositas que hubiesen sido esenciales para un hotel de estas características. Si bien podría decirse que por ser temporada baja se podría "perdonar", no me parece tampoco una justificación muy plausible para este encantador lugar. El primer "pero", viene dado por la falta de personal, solamente una chica atendía todo el hotel, recepción, etc, etc... al menos mientras yo estaba. Al llegar tuve que esperar más de diez minutos a que me abrieran la puerta, y en otra ocasión me quedé esperando otro tanto para que me indicara un restaurante, a lo que opté por irme. Segundo "pero", en el cuarto de baño únicamente había champú y acondicionador del pelo, en otros hoteles de cinco estrellas como éste, hay por lo menos, gel de baño, pasta de dientes, alguna que otra "chorradita"... pero aquí andaban escasos..Tercer "pero", uns bañera grandísima, pero el agua salía templada, tirando a fría, eso restó muchísimos puntos, algo que deberían cuidar... Falta un poco de limpieza en las zonas comunes, pero ese polvo que había le daba cierto estatus al hotel, una pátina "fantaasmal", si pudiera decirse...Aún con estos "peros", volveré seguramente otra vez, porque tanto el sitio como el hotel en sí, y sus zonas comunes, son una maravilla...