Tengo emociones encontradas. El primer día llegamos a la habitación 504 y tras un aguacero, las goteras empaparon la alfombra de la habitación. A pesar de que sé que el staff hizo lo posible para solucionarnos el problema, ya fuera por cambiarnos de habitación o incluso llamando hasta el cansancio a otros hoteles, no lo lograron esa noche. A la mañana siguiente sí pudieron movernos a la habitación 108, que estaba mucho mejor y tenía un patio. Pero el hotel, como es usual en la zona, es viejo, y la alfombra del pasillo en el piso 5 estaba empapada tras el aguacero. En el piso 1, no vimos ese problema, pero las alfombras se ve que hace mucho tiempo pasaron su vida útil y no tienen buen mantenimiento. Por lo demás, el desayuno es aceptable (aunque con la cercanía de panaderías y restaurantes, definitivamente no vale la pena pagarlo). Fuera de esto, es céntrico, conveniente y tranquilo. Si ustedes son alérgicos, no lo recomiendo por la humedad típica de una alfombra vieja.