Lastimosamente no nos fue muy bien. Primero, casi no encontramos el hotel por lo que no se llama así, sino „Islanders blue house“. Al check-in no nos registraron, no pidieron ningún documento. La habitación triple bastante pequeña, no hubo ni toallas, ni papel higiénico, tampoco jabón, ni hablar de champú. Lo peor fue el aseo, sobre todo del baño. Lo único positivo fue la atención de uno de los empleados que era tan amable de conseguirnos una toalla y papel higiénico. El vecindario no muy recomendable para turistas, sobre todo por la noche. En general, no volveremos ni recomendaríamos este hotel.