El hotel tiene unas instalaciones únicas y lo utilicé dos noches, una para mi reportaje fotográfico y la otra para la noche de bodas como tal (digamos que para el día más importante de mi vida). El hombre que estaba en recepción fue muy prepotente la noche que hicimos el check-in y cuando reportamos un par de horas más tarde que había un olor fétido en la ducha y solicitamos un cambio de habitación, nos llamó mentirosas a mi hermana y a mi diciendo que lo estábamos haciendo únicamente para conseguir un upgrade gratis (el cual no nos habían dado supuestamente por falta de disponibilidad, a pesar de que me lo habían prometido desde un mes antes; vaya que yo ni lo había pedido). Al día siguiente total nos llaman al medio día (el día de la boda en sí) diciendo que había sido posible darnos el cambio de habitación, pero sinceramente eso no compensó el mal servicio y mal sabor de boca que me dejó el hotel sobre todo cuando estaba hospedándome por este motivo. Tal vez tenía las expectativas muy altas, pero sinceramente no entiendo como un hotel de 5 estrellas puede tener tan pésimo servicio. Además, como comentario adicional, es impresionante que solo tengan un camarero para todo el restaurante, con lo cual el desayuno fue muy lento y el pobre hombre no se daba abasto. En conclusión, el hotel dejó mucho que desear en cuanto a atención y servicio. Ojalá capaciten mejor a su staff en un futuro, porque así ni el palacio tan bonito los salva.