Este hotel es un lugar agradable para alojarse. En general limpio, tanto en la recepción como en la habitación´. Sugerimos poner una cortina o cance a la tina de baño. El desayuno que está incluido en la tarifa, es bueno ofreciendo carnes frías, cereales, quesos, panes, frutas y máquina de café, además su personal es amable para hacer funcionar la cafetera o traer los alimentos que se van terminando.
Dos de sus recepcionistas son muy atentos y uno de ellos hace su mejor esfuerzo para responder en español a nuestras preguntas, ya sea relativas al hotel o algún paseo en el ue se esté interesado personalmente. La excepción fue de una de los tres recepcionistas que estuvieron durante nuestra estancia, quien parecía no estar de buen humor para dar información. La ubicacion es adecuada pues está a unos cuantos metros de la parada del tranvia, el cual toma 15 minutos para llegar a la zona turística del Praga Antiguo. Para algunas personas de sueño ligero les pudiera llegar a molestar el paso continuo de los tranvías que pasan en la calle del hotel durante la noche. Tiene a su alrededor restaurantes, bares y cafés por si no se desea ir hasta el centro.