Cogimos el Hotel siendo 3* en barrio judio y el barrio con muchas tiendas, 2 paradas de metro y genial, habitacion Deluxe y de todo ello tenia mas bien poco. La puerta de la habitación no era estanca y se veia la luz en el pasillo y ruidos, la cerradura como forzada. Una vez en la habitacion se veia como medio rehabilitada. Las ventanas de madera, entraba ruido y aire. La cama con colchon muy incomodo y viejo. Las estufas de la habitación no iban y nos tubieron que traer calentadores electricos. El baño fatal, un desastre. Lavabo antiguo, sin cristal para verte porque el soporte estaba roto, la ducha con suciedad y el desagüe no tragaba que te inundabas en el plato de ducha y tubimos que avisarles, ademas el mando de la ducha medio roto y el soporte roto. El servicio? Pues en la recepcion muy amables y demas, para hacer la habitación fatal. Si no les avisabas no te preguntaban ni la hacían, y si pedias hacer la habitación, te estiraban las sabanas sin cambiarlas, y ni te dejaban jabon ni toallas. Totalmente un desastre. Les pusimos varias quejas desde la aplicación y creo que les molestó. "Nada recomendable".