La ubicación es bastante buena, a unos 10 minutos caminando de la Torre Eiffel, en la zona hay muchisimos restaurantes, bares, negocios de ropa y zapatos, perfumerías, etc
En general, el hotel está bien, bonito, no desayunen ahí, es malisima la comida del restaurant y la cocinera era muy grosera. Por todo lo demás el hotel está bien, la habitación es pequeña pero suficiente para descansar, lo mejor es la atención del señor de la recepción, es muy amable y servicial y sabe muchos idiomas.