Este hotel fue la mejor elección que pudimos hacer en Las Vegas para viajar en familia. No tiene casino; es pequeño, de unas 200 habitaciones; está perfectamente situado para ir andando; se aparca a la puerta; la habitación está totalmente equipada; las camas son comodísimas. Es lo suficientemente bueno para que te pasen a recoger a la puerta en las actividades contratadas.
La cocina parece una excentricidad en un buen hotel, pero nos salvó del apuro cuando estábamos cansados y decidimos hacer unos simples espaguetis para cenar y acostarnos pronto.
El que no tenga casino y sea pequeño es lo mejor, ya que tienes trato personal como un hotel al uso y eso no es lo normal en LV, donde aparcar y hacer el chekin puede ser algo estresante, al igual que preguntar algo en recepción sin el barullo de las luces y musiquitas. Además no cobran un plus de resort, que también ea habitual.
No me cabe la menor duda de que fue la elección perfecta. Claro está que si quieres ir a Las Vegas y no salir del hotel para pasarte todo el rato en su resort, no es el adecuado.