El hotel se encuentra alejado de todo, pero en parte es la gracia de éste, ya que de otra forma no puede conseguirse lo que es el alma del hotel: las vistas, éstas son espectaculares y todas las habitaciones del hotel disponen de ellas. En cuanto al spa se refiere, también goza de muy buenas instalaciones, pese que hay que tener en cuenta dos factores: el primero, que las piscinas no parecían estar a la temperatura indicada en los carteles, sino por lo general, notablemente más fría, y por otro lado, es que al tratarse de un hotel suizo, aunque es algo común, a uno le cuesta adaptarse a que las instalaciones tales como saunas y demás son nudistas y mixtas, no es algo malo, pero si que es bueno saberlo de antemano. Por lo que a las habitaciones respecta, no es que sean muy espaciosas, pero como se ha dicho, no es el punto fuerte, ya que estás ahí por las vistas y realmente éstas hacen que te olvides de que no es la habitación más grande del mundo. En lo referente al desayuno, es my completo y de buena calidad, con lo que es recomendable escoger la opción de desayuno incluido.