El hotel mas original que he visto jamas, y en pleno centro de la ciudad! Cada habitación es distinta, diseñada por un artista diferente con estilo propio, con todo lujo de detalles y domótica controlando las luces, persianas, etc. Mi habitación- elegí de las mas baratas del hotel- era un duplex con un salón y el dormitorio en el altillo, una preciosidad. El servicio es impecable, y te ofrecen todo lujo de detalles para que te sientas como en casa. Lo mejor de todo- el desayuno, exquisito con sus tartas caseras, y enorme selección de fruta ecológica (casi 20 frutas distintas!). Cuando vuelva a Bolzano, me volveré a quedar ahi seguro, todo una experiencia.