El hotel es bueno,sin embargo, nada del otro mundo para ser un Best Western. Tiene cerca de una estación de metro, por lo que los traslados al centro de la ciudad son accesibles. El servicio de la recepción no fue tan agradable con nosotros al inicio, ya que nuestra reserva (la cual hicimos por Expedia), incluía desayuno y ellos argumentaron que no lo teníamos incluido, lo cual nos dejo con un mal sabor de boca ya que la reserva así lo indicaba. Las habitaciones un tanto viejas así como el baño, ya que parecía de los años 80. Solo estuvimos una noche, así que para pasar el rato, no está mal, sin embargo hay más opciones en Milan donde poder quedarse.