Un hotel de los mejores que he estado, limpio, acojedor, ambiente super agradable, personal super atento, bonito,calidad en el servicio de hostelería, tanto en personal, como en comida y bebida. La verdad que muy buen hotel. Por poner un pero, que está algo retirado del centro y como los autobuses, que hay la verdad, bastantes combinaciones, son muy caros, te gastas un dinero curios en transporte, ya que eramos seis. Y otra cosilla, no tenía servicio de minibar. Por lo demás, lo recomiendo totalmente y si tuviera que ir otra vez a Dublín, que espero repetir, me alojaría sin ninguna duda.