El hotel es muy limpio con buena ubicacion. La habitación tiene buena aislación acustica y dimensiones adecuadas. Pero en las comodidades que ofrecía la habitacion elegida, decia que tenia caja de seguridad en la habitacion, pero no había. Solo proveen de toalla de baño, nada de toalla de mano. En cuanto a los productos de limpieza, solo habia un dispenser de shampu/jabon liquido en la ducha (nada de acondicionador para el cabello) y otro dispenser casi vacio en la pileta del baño.
El desayuno (11 euros) era normal, nada extraordinario y las croissants no estaban buenas, busqué la máquina de hacer wafles, pero no la vi, me parece que funcionaba a la tardecita. El personal del área de desayuno es muy amable y reponen todo rápido y sin hacer problema. Si vuelvo a Heidelberg no se si lo elegiría nuevamente.