Lo primero agradecer al personal la amabilidad recibida por su parte en todo momento.
La localización es perfecta, Hay una parada de metro en la acera de enfrente, a 200 metros está la parada del RER B que conecta directamente con el aeropuerto Charles de Gaulle, y a 50 metros parada de autobús urbano.
Nos alojamos en la 2ª planta, habitación superior y con vistas a la ciudad.
Contaba con un cuarto de baño amplio, televisión grande, cafetera de cápsulas, nevera y caja fuerte.
La cama era extra grande. No nos dimos cuenta de que eran dos colchones juntos hasta el último día.
Si bien, la hora de entrada era a las 2 de la tarde, llegamos unas horas antes y afortunadamente la habitación ya estaba preparada, así que nos dejaron usarla.
Igualmente, cuando nos fuimos del hotel, la hora de salida era a las 12 del mediodía, pero pudimos dejar las maletas en recepción hasta que nos fuimos al aeropuerto sin ningún coste.
Ahora lo no tan bueno.
- El wifi no daba abasto, hasta el punto de no ser usable.
- La nevera no enfriaba lo suficiente. No se podía dejar nada que se pudiera estropear.
- Desconozco si la limpieza incluía la reposición de café y azúcar diaria, pero solo se repuso un día.
- La calefacción no funcionaba bien. Incluso a 30 grados
y con el aire al máximo, el aire que salía era una leve brisa templada tirando a fría. Esto lo solucionaron dejando la calefacción puesta 24 horas.
Aun con esos pequeños detalles, la estancia fue extraordinaria y repetiríamos sin duda.