El hotel es sencillo, muy práctico, y es verdad que está totalmente renovado. Ofrece un rápido desayuno con las opciones tradicionales. Y el recepcionista Charles es muy amable, atento, a pesar de que no hablamos inglés. Un punto muy bueno fue que estaba muy bien conectado en transporte público, a escasos 100 metros está la parada del bus 7, y en menos de 20 minutos estás en el corazón de la ciudad.