El hotel y la habitación era adecuado a las condiciones contratadas, salvo porque en la habitación había algunos desperfectos. No le dimos importancia a ninguno salvo a dos desconchones negros en la bañera que le daban un aspecto sucio y desagradable. Lo comunicamos a recepción y como única solución nos ofrecían otra habitación de inferior calidad a lo que nos negamos. Después de varias negativas por nuestra parte e insistir en que queríamos una solución, enviaron a un "técnico" que en un segundo tapó con esmalte los desperfectos y solucionó el problema. Eso sí, a partir de ese momento, la recepcionista que nos atendió nos negó el saludo y mostró ostensiblemente su desagrado, actitud muy poco adecuada en cualquier empleado, más en el ramo de la hostelería. Por lo demás, todo, personal y estancia, muy agradable.