Habitación espaciosa y camas cómodas, las ventanas no cerraban bien y se oía el ruido de la calle, además entraba algo de fresco.
El hotel está muy bien situado en el puerto y con unas bonitas vistas, pero necesita una buena remodelación a fondo porque se ha quedado anticuado.
El desayuno era bueno y abundante, lo malo es que la leche la ponen fría, algo que parece muy habitual en Suecia.