El hotel está muy bien situado. Cerca del metro línea 1 que atraviesa toda la ciudad y conecta con muchas líneas.
Es un hotel bonito pero reducido. Solo hay un ascensor y 6 plantas, con lo cual si estás arriba del todo y vienes de andar todo el día, no apetece subir escaleras. Algunos momento cuesta encontrar el ascensor libre.
Al estar en la 6 planta la ubicación era un poco complicada con escaleras y puertas que atravesar y se escuchaban ruidos de tuberías un poco fuertes. Seguramente, si hubiéramos estado en otra planta, no habríamos tenido ese problema.
El desayuno se encuentra en una zona muy reducida, pero parecía que los huéspedes se pusieran de acuerdo y no nos hemos acumulado. Había comida suficiente e iban reponiendo. La verdad es que los alimentos que ponían eran muy buenos y con variedad dentro de sus posibilidades.
Una cosa que mejoraría es, la altura del WC, está un poco alto y yo mido 1,70m. Alguien de 1,50m no toca el suelo. Y la mampara de la ducha. Como te descuides dejas el suelo inundado de agua. No hay un perfil en la bañera que evite que la mampara de cristal gotee al suelo.
Si realizaran esos cambios, sería todavía más agradable la estancia allí.