Necesitábamos un hotel muy cerca del aeropuerto y en Sallés nos hemos encontrado muy a gusto.
La habitación muy limpia, con todo lo necesario, una cama enorme, nevera, bañera, tele 42 pulgadas, lo necesario para té o café, todo perfecto.
Pedimos cuna de bebé, cena en la habitación, otros detalles, y nos atendieron con prisa, cuidado y amabilidad.