Hotel límpio, con habitaciones y baños amplios. El trato del personal excelente en todo momento, lo que te hace sentirte bien. Hay que hablar en Inglés o Checo, claro está, porque no dominan el Castellano, pero se esfuerzan en atenderte y enterderte. Una muy buena relación calidad precio.
Muy bien comunicado, tranvía en la puerta, Bus cerquísima y metro a 2 minutos, aunque algo lejos de la ciudad vieja para ir andando (Lo que hicimos un par de veces, es solo media hora a pié).
El barrio un poco dejado, mucho graffiti y edificios cerrados, pero no vimos mal ambiente.