En general muy bien. La habitación cómoda no muy grande pero tampoco muy pequeña como he leído en otros comentarios, al menos en la habitación 303 fue así. La habitación tenía un baño grande y con armario con caja de seguridad moderna. Nos recibieron con una canasta de fruta. El servicio diario de limpieza fue impecable. El desayuno quizá algo monótono, pero con varias opciones como para poder cambiar a algo nuevo cada dia (estuvimos 6 noches), la última noche teníamos que salir de madrugada al aeropuerto, así que nos dieron el desayuno para llevar. El personal fue amable y atento, Tiziana, Stefano, Piero etc todos muy gentiles sin sobrepasarse en la confianza. Volvería a hospedarme si fuese el caso. El WiFi no es tan lento como otros han comentado y funcionó sin problema todos los días. Lo único malo, pero no es culpa del hotel, es que el humo del cigarro de la gente que fuma afuera en la calle se mete a la habitación, pero bueno en Roma el humo del cigarro es un mal que hay que soportar si quieres visitarla.Recuerda que la tasa de hospedaje de la ciudad es 6 euros por noche por persona, y se paga en efectivo.