Una amiga y yo nos alojamos en este hotel la pasada noche del 12 de agosto. Cuando llegamos por la mañana no teníamos la habitación preparada, pero dejamos allí las maletas y nos fuimos al centro a visitar la ciudad. Al regresar por la tarde, Kai (no sé si se escribe así), uno de los recepcionistas del hotel, ya nos había llevado las maletas a la habitación. El hotel está dividido en dos edificios pequeños que están en la misma calle pero separados el uno del otro: el Sir Astor, en donde está la recepción, y el Lady Astor. Nosotras nos alojamos en la habitación oriental del Lady Astor. Sin dudas, una habitación preciosa, limpia, espaciosa, muy acogedora y que te hacía sentir como si estuvieses en China o Japón, a pesar de no tener aire acondicionado y de no funcionar el wifi. El hecho de que la habitación estuviese en la primera planta nos vino bien porque el hotel es muy bonito pero no tiene ascensor, por lo que al tiempo de irnos tuvimos que bajar las maletas por las escaleras. El desayuno no lo llevábamos incluido y preferimos desayunar fuera. Agradecemos el detalle del dulce de bienvenida y la amabilidad de los recepcionistas en todo momento. La relación calidad-precio es buena y a pesar de los aspectos negativos que pueda tener, en general nos gustó mucho el hotel. Sin duda recomendaría este hotel y volvería a alojarme en él si volviese a Düsseldorf.