Nos alojamos sólo una noche dos adultos y dos niños. Lo elegimos por su proximidad a la estación de tren de Keleti. No es un Hotel común, ya que se encuentra dentro de un edificio de viviendas. No hay recepción a pie de calle, sino que se encuentra en el piso 6. Se accede como por un portal de viviendas. El Hotel en sí es normal, viejo, pero muy limpio. A nosotros nos dieron una habitación que no era una habitación, si no un apartamento entero de más de 90m2. tenía dos baños, dos habitaciones, sala de estar, una cocina enorme, ...
El desayuno muy bien, correcto, sin grandes lujos pero con todo lo imprescindible. La ubicación muy buena por la proximidad a la estación de tren de Keleti. También cerca de paradas de metro. Del centro está a 20-25 minutos andando, o cuatro paradas de metro.